LOS EFECTOS DE LOS MEDIOS EN LA OPINIÓN PÚBLICA

Los medios de comunicación de masas son un factor clave en la formación de la opinión pública. Ejercen esta influencia mediante la utilización de una serie de mecanismos que afectan considerablemente a lo que se ha llamado el proceso de construcción mediática de la realidad. 

Podríamos sintetizar dicho proceso en dos dimensiones: 

– Por un lado, lo que es la elaboración de la agenda temática, que no es otra cosa que poner el foco en ciertos temas para que la audiencia les preste atención. En esta primera fase los medios no tratan de decir lo que la gente tiene que pensar, pero sí orientar a la audiencia sobre los temas en los que tiene que pensar. La elaboración de una agenda temática nunca es inocente, ya que no es lo mismo que la opinión pública debata sobre unos temas que sobre otros, en la medida en que no todos los problemas públicos favorecen, o perjudican, por igual a todos los actores políticos. El éxito de los medios en la formulación de la agenda se consigue cuando los ciudadanos hacen suya esa agenda. Es decir, que las preocupaciones de los ciudadanos estén influidas por estos temas, consiguiendo que la agenda de los medios sea también la agenda ciudadana. Este principio, bautizado como teoría agenda setting, en los sistemas de medios pluralistas los medios de comunicación compiten por establecer la agenda, con lo que puede haber distintas agendas temáticas en competencia. 

– La segunda dimensión del proceso estriba en la capacidad de los medios para proporcionar a la audiencia una valoración de los temas que se tratan en la agenda mediática, seleccionando algunas características de los issues haciéndolos más relevantes y, en consecuencia, definiéndolos como problema público, orientando hacia una causa o un/os causante/s y elaborando una valoración o propuesta de solución. 

Uno de los mecanismos utilizados es el priming, que, por un lado, sirve para priorizar determinados temas que llevan asociados una valoración política vinculada a una fortaleza, o debilidad, de un partido o candidato. Por ejemplo, en España se considera que el Partido Popular tiene mayor capacidad para gestionar temas económicos o de seguridad ciudadana, y que el PSOE tiene más sensibilidad y, por lo tanto, mayor celo para implementar políticas sociales, con lo que determinados medios pueden tener interés en que se prioricen ciertos temas en detrimento de otros. Por otro lado, el priming también significa introducir ideas que activan determinados pensamientos. Por ejemplo, cuando en una noticia sobre un debate territorial se introduce a ETA para desplazar el centro del debate hacia ideas preconcebidas relativas a la negatividad que implica el terrorismo y, a la vez, asociándolas con determinados partidos nacionalistas. 

Otro de estos mecanismos es el framing o encuadre que dan los medios a un acontecimiento político. Encuadrar es seleccionar algunos aspectos de la realidad y darles más relevancia promoviendo una definición del problema, una interpretación causal y una recomendación de tratamiento. Es un proceso de elaboración y tratamiento del tema que, mediante la presencia o ausencia de ciertas palabras clave tratan de orientar a la audiencia hacia una evaluación interesada de la noticia. Proporciona una interpretación sobre la causalidad del problema, asociado a que la audiencia atribuya una responsabilidad al surgimiento o a la gestión de dicho problema. En los sistemas de medios de pluralismo polarizado como el español, los medios utilizan el framing en función de su ideología, su paralelismo político o sus intereses. Con lo que nos solemos encontrar con frames en conflicto. Puede percibirse 

a diario en las noticias que emiten diferentes medios, como, por ejemplo, los distintos frames en clara competición utilizados por el telediario de Antena 3 y el de la Sexta en relación con la ocupación de viviendas. 

La vida de los encuadres suele ser limitada y son reemplazados por otros. Los encuadres se encuentran en una constante dinámica con diferentes encuadres en conflicto y que desaparecen en el momento en que dejan de ser verosímiles o incoherentes con la realidad comprobable. 

Eso sí, tanto las agendas políticas como las ciudadanas deben superar el filtro de los medios para convertirse en una realidad mediática. 

También cabe destacar que toda esta dinámica informativa contribuye a proteger a la audiencia de la vorágine informativa. El problema de los ciudadanos no es la falta de información, sino que, debido a la gran cantidad de información disponible, puede producirse un efecto de saturación informativa. Los encuadres ayudan a seleccionar la información más relevante, a formular opiniones políticas y a mantener el debate activo sobre los problemas públicos. 

Escrito por Germán Pérez Soberón. 

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